8 de nov. de 2011

Central de los Trabajadores de Argentina

Buenos Aires, 7 de Noviembre de 2011

Estimados compañeros y compañeras

Desde la Central de los Trabajadores de Argentina (CTA) de la Ciudad de Buenos AIres queremos hacer llegar a este encuentro nuestro saludo solidario.No nos será posible estar allí presentes como era nuestro compromiso, pero queremos hacerlo a través de esta carta.

El pueblo argentino no ha sido nunca consultado con el envío de tropas a un hermano país, si así lo hicieran confiamos que el sentir popular se pronunciaría por la solidaridad espiritual y material que siempre la ha caracterizado a través de sus organizaciones populares y sus instituciones civiles. Y que rechazaría este solidaridad de cascos y de prepotencia. Nunca se llamará solidaridad la intervención polÍtica a otro país hermano.

En estos días hemos leído las reflexiones del periodista y escritor Eduardo Galeano, vayan a modo de saludo a este Congreso y con ellas nuestra fraternidad:

"¿Hasta cuándo seguirán los soldados extranjeros en Haití? Ellos llegaron para estabilizar y ayudar, pero llevan siete años desayudando y desestabilizando a este país que no los quiere.
La ocupación militar de Haití está costando a las Naciones Unidas más de 800 millones de dólares por año.

Si las Naciones Unidas destinaran esos fondos a la cooperación técnica y la solidaridad social, Haití podría recibir un buen impulso al desarrollo de su energía creadora. Y así se salvaría de sus salvadores armados, que tienen cierta tendencia a violar, matar y regalar enfermedades fatales.

Haití no necesita que nadie venga a multiplicar sus calamidades. Tampoco necesita la caridad de nadie. Como bien dice un antiguo proverbio africano, la mano que da está siempre arriba de la mano que recibe.Pero Haití sí necesita solidaridad, médicos, escuelas, hospitales, y una colaboración verdadera que haga posible el renacimiento de su soberanía alimentaria, asesinada por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y otras sociedades filantrópicas. Para nosotros, latinoamericanos, esa solidaridad es un deber de gratitud: será la mejor manera de decir gracias a esta pequeña gran nación que en 1804 nos abrió, con su contagioso ejemplo, las puertas de la libertad."

Saludos fraterno

Carlos Chile Huerta
Secretario de la Central de Trabajadores de Argentina de la CIudad de Buenos Aires

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